jueves, 26 de agosto de 2010

CABALGADO OCEANOS DEL REVÉS













Ahora los seres del mar nos miran, atónitos observan como se distorsiona su cielo salado
y el camino de espuma que pintamos con
nuestro gran barco, en su techo ondulante,
pero sus corazones de pez entienden que no es algo nuevo, saben
que esas líneas son de seres efímeros de hierro y abedul, que no conocieron las
viejas y prolíficas aguas del cámbrico.

Ahora el mar me dicta las palabras que yo le copio con errática
caligrafía. Soy el escriba de Tritón, orgulloso de las escamas de su pluma de
tinta de calamar.

Soy el sedal mitológico del pescador de las mentes húmedas,
el cebo y la caña que se quiebra por el gran pez que no dejó de luchar, porque
sabía que el mar era suyo y que el infinito puede quebrar y recomponer
cualquier madera.

César Alcázar_ Cabalgando oceanos del revés