Siempre he mirado el mirado el cielo con fascinación y recuerdo la
primera vez que lo hice con atención...
Miles de puntitos confinados en firmamento me miraban desafiantes, recuerdo que sólo pude tumbarme sobre la suave roca y dejar que aquella belleza inconmensurable me traspasara, y sin que yo me diese cuenta se fueron grabando en todo mi cuerpo una lluvia incontenible de mundos infinitos. Paso el tiempo y aquel mensaje permaneció dormido mientras yo me dedicaba muchas otras cosas. Pero siempre y a donde quiera que allá ido ha estado latente a mi lado. Recordadme donde estaban todas las respuestas, todos los anhelos...
Mirar a las estrellas es como sentir la caricia de la
creación. Este dibujo es solo un pequeño homenaje para que nunca perdamos
la capacidad de asombro. Hoy sentimos que hemos olvidado esa conexión, pero tan
sólo hemos de volver a ser niños una vez más para volver a repararla ;)
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